miércoles, 16 de abril de 2014

Margarita está linda la mar

El 30 de abril se celebra en México el día del niño y aahhhh como hay niños en este país y todos los niños merecen leer y que les lean, yo crecí viendo leer a mis padres; mi papá libros de historia (aunque el es medico) y mi ma libros de mmmm de todo tipo de libros, ella trata de leer todo lo que caiga en sus manos y ellos fueron el mejor ejemplo. Nunca me dijeron que tenía que leer solo nos regalaban libros a mi hermano y a mi y con eso éramos muy felices.


 A Margarita Debayle es un poema que le escribió Rubén Darío a Margarita Debayle y un poema que toda madre debe decirle a sus hijas ;) Mi mamá le lo decía todas las noches antes de dormir y me encantaba, de hecho estoy a punto de ir a su recamara y pedirle que me lo diga como cuando era niña.

 Nunca tuve la curiosidad de investigar el poema hasta hace como 4 años que vino un fragmento en un examen de la universidad y ahí descubrí toda la historia y también descubrí un video muy bonito sobre el poema que ha estado conmigo desde mi infancia.






Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar:
tu acento.
Margarita, te voy a contar
un cuento.

Éste era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes,

un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita como tú.

Una tarde la princesa
vió una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.

La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla,
y una pluma y una flor.

Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.

Pues se fué la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
mas lo malo es que ella iba
sin permiso del papá.

Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.

Y el rey dijo: "¿Qué te has hecho?
Te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho,
que encendido se te ve?"

La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
"Fuí a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad."

Y el rey clama: "¿No te he dicho
que el azul no hay que tocar?
¡Qué locura! ¡Qué capricho!
El Señor se va a enojar."

Y dice ella: "No hubo intento;
yo me fuí no sé por qué;
por las olas y en el viento
fuí a la estrella y la corté."

Y el papá dice enojado:
"Un castigo has de tener:
vuelve al cielo, y lo robado
vas ahora a devolver."

La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.

Y así dice: "En mis campiñas
esa rosa le ofrecí:
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí."

Viste el rey ropas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.

La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.

Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.

Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento. 


¿Ya habían escuchado este poema antes? 
¿Que les pareció? 


2 comentarios:

  1. ¡Hola!
    No había leído éste poema antes y es muy lindo, gracias por participar

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